Imagen del endemismo iberolevantino Petrocoptis pardoi, una de las especies dedicadas a José Pardo Sastrón. ©E. Laguna, 06.1997
Como podréis ver visitando el blog de José Luis Benito (http://jolube.wordpress.com/), en 2009 se conmemora el centenario de la muerte del turolense José Pardo Sastrón (1822-1909), uno de los principales botánicos españoles del siglo XIX y principios del XX, que destacó especialmente por sus estudios de la flora aragonesa. Pardo fue uno de los pocos botánicos que consiguieron brillar en el oscurantismo cultural español del siglo XIX, y a él se debe la descripción de numerosas especies botánicas endémicas, en su mayoría en coautoría con el también turolense Francisco Loscos Bernal (1823-1886). La noticia se encuentra detallada en la siguiente página web: http://jolube.wordpress.com/2009/01/04/centenario-de-la-muerte-del-botanico-jose-pardo-sastron/ Desde ese blog de la SEBCP animamos a las autoridades científicas y culturales competentes a rendir un adecuado homenaje a la figura de Pardo, como ya se hizo en su día con el Congreso de Botánica en homenaje a Francisco Loscos.
Os recordamos de paso que 2009 está declarado como 'Año de Darwin', al cumplirse el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y el 150 aniversario de la primera edición de su más célebre obra, 'La evolución de las especies'. Aunque Darwin era un naturalista de amplio espectro, sus biógrafos coinciden en señalar que sus trabajos fueron mucho más intensos en la botánica que en la zoología, sin merma de que la discusión generada en su época por la teoría de la evolución de las especies se centrara más en los animales y su relación con el ser humano -ya sabéis que protagoniza entre otras la conocida imagen de la vitola del Anís El Mono; igualmente, la celebridad de muchos de los ejemplos más destacados de selección natural citados en 'La evolución de las especies' -p.ej. los de los pinzones o las tortugas gigantes de las Islas Galápagos- han hecho más popular su faceta como estudioso de los animales, a pesar de que su psión se inclinara más por el reino vegetal, como demuestra la lectura de las obras que dedicó monográficamente a las plantas.
Aprovechamos para indicaros que a finales de 2007, distribuyéndose en 2008, se editó la primera versión en castellano de una de sus obras botánicas más conocidas, 'La fecundación de las orquídeas'*; se trata de uno de los textos más célebres de Charles Darwin, donde se sentaron las bases de la mayoría de conocimientos actuales sobre la biología floral de las orquidáceas. El libro se publicó por la editorial Laetoli en colaboración con la Universidad Pública de Navarra, haciendo el nº 9 de la colección 'Las Dos Culturas' y, dentro de ésta, el primer trabajo de la Biblioteca Darwin, que dirige el biólogo, escritor y periodista científico valenciano Dr. Martí Domínguez, director de la revista Mètode. La traducción ha corrido a cargo de Carmen Pastor, y el propio Martí Domínguez ha elaborado una amplia y suculeta introducción. Recientemente, dentro de la misma colección y serie (ver http://www.laetoli.net/col_2culturas.htm) acaba de aparecer otra de las obras botánicas relevantes de Darwin, 'Las plantas carnívoras' cuya traducción ha sido realizada por el catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona Dr. Joandomènec Ros.
*La obra traducida corresponde a la segunda edición revisada de 'The various contrivances by which orchids are fertilised by insects', editada en 1877.
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