En las últimas semanas ha aumentado el apoyo a la plataforma cívica que se opone a la instalación de una cárcel en el paraje del Campillo (Siete Aguas, Valencia), proyecto que arrasaría con uno de los paisajes de estepa cerealista más cercanos al litoral mediterráneo, y cuya instalación tiene escasa lógica ante la existencia de alternativas cercanas mucho más sencillas, operativas y de menor impacto ambiental potencial. Tenéis información básica sobre la zona en http://media.epi.es/www.levante-emv.es/media/documentos/2008-11-22_DOC_2008-11-15_23_17_45_lgsv063te.pdf
El Campillo es un valle relativamente estrecho en el extremo NW de la Sierra de Malacara, rodeado de formaciones forestales que albergan en sus inmediaciones algunas de las microrreservas de flora más relevantes del territorio valenciano (Pico de la Nevera, Umbría del Fresnal, Fuente de Roser, etc., donde se refugian poblaciones de endemismos relevantes como Teucrium pugionifolium, Thymus granatensis micranthus, Thalictrum minus valentinus). A pesar de su cercanía a Valencia capital -poco más de 30 km- el valle se ha dedicado centenariamente al cultivo del cereal, aprovechando que la fuerte inversión térmica local y su orientación hacia el W -hacia los llanos de Requena-Utiel, de fuerte influencia climática manchega- permitían la siembra de especies y razas propias del interior de la península, incluyendo espeltas y otros arqueófitos agrarios que aún perviven en las lindes de los caminos rurales. En paralelo, los campos de la zona y sus linderos poseen una excelente representación de flora meseguera, cada vez más escasa en tierras valencianas, habida cuenta del abandono de este tipo de cultivos -caso p.ej. de Salvia aethiopis, localizada en el Campillo en 1986, de la que apenas si existen citas a nivel regional-; muchas especies segetales, aun siendo todavía abundantes en el centro de la península, han desaparecido alarmantemente en tierras valencianas en los últimos años, incluyendo relativas 'vulgaridades' de las décadas precedentes (p.ej. Vaccaria pyramidata, Bifora testiculata, Orlaya daucoides, Glaucium corniculatum, Agrostemma githago, etc.). A su vez, la alternancia de campos cerealistas con encinares, fresnedas de flor y pinares mediterráneos, permite que esta zona albergue una elevada riqueza micológica. Desde la directiva de la SEBCP se ha mostrado el apoyo a la plataforma ciudadana que se opone a la alteración de este paraje.
Gyroporus castaneus, hongo poco habitual en las sierras prelitorales valencianas. Foto de estudio con ejemplares recolectados en El Campillo de Siete Aguas. © E. Laguna, 28.10.2007
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